La raza Appaloosa tiene su origen en los caballos españoles de capa moteada, introducidos por los conquistadores españoles en América durante el siglo XVI.
Estos caballos fueron selecionados y criados por los indios Nez Percé, tribu del noroeste de los Estados Unidos.
Los Nez Percé vieron en estos ejemplares, el prototipo ideal para crear una raza versatil y satisfacer sus necesidades tanto en la caza como en la guerra. Por ello establecieron extensos programas de cría, mejora y selección, durante mas de 200 años. Como resultado fundaron una raza idonea, que destacaba por su valentía, fortaleza, resistencia y velocidad; además de poseer un espectacular colorido y gran nobleza. A esta raza se le denominó Appaloosa, en reconocimiento al río Palouse que recorría las tierras de los Nez Percé.
El último jefe de la tribu en libertad, fué el mítico Jefe Joseph, quien en 1877 emprendió una huida desesperada, intentando eludir el acoso de los soldados. El Jefe Joseph, se dirigio a las Montañas Rocosas con 250 guerreros y 2000 caballos Appaloosas. Tras multitud de escaramuzas en las que pusieron en jaque al poderoso ejército confederado,
fueron cercados y derrotados en el parque Yellowstone. Fué entonces cuando la mayor parte de sus Appaloosas fueron masacrados, pués para los soldados confederados, aquellos caballos moteados representaban el espritu de libertad indio, que ellos pretendían combatir.
En 1938 el filantropo americano Claude Thompson, se dedica a recoger los pocos Appaloosas que quedaban y funda el ApHC ( Appaloosa Horse Club ), dando lugar al Appaloosa moderno mediante de programas de cría y mejora, aportando sangre de otras razas como Cuarto de milla, Arabe y Pura sangre inglés.
Las características distintivas de la pura raza Appaloosa son :
Capa moteada o manchada, en distintas versiones (leopardo, grupa nevada, mármol, copo de nieve, etc.).
Esclerótica ocular blanca (ojo humano), única en esta raza.
Cascos rayados.
Despigmentación en genitales y zonas sin pelo.
Piel rosada pero manchada en negro.
No obstante la característica más importante para nosotros es su carácter, especialmente noble y colaborador, lo que le convierte en compañero ideal, para los que disfrutamos con nuestros caballos en el campo.